El coste de interacción hace referencia a la cantidad de pasos e interacciones que debe realizar un usuario en su interacción con un producto digital o físico.
Controlar y comprender cual es el costo de interacción necesario dentro de un entorno digital es muy útil para poder diseñar interfaces y entornos con una mejor experiencia de usuario.
El costo de interacción es la suma de esfuerzos, mentales y físicos, que los usuarios deben implementar al interactuar con un sitio para alcanzar sus objetivos.
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Cada acto y pensamiento se considera un coste y no todas las interacciones tienen el mismo costo. El desplazamiento vertical, por ejemplo, tiene un coste de interacción más bajo que el desplazamiento horizontal.
Optimizar el coste de interacción
El trabajo de un diseñador de experiencia de usuario es reducir los costes de interacción tanto como sea posible.
El objetivo de optimizar las interacciones en una interfaz sirve para reducir las interacciones a su mínimo necesario. Minimizando:
- Lectura
- Desplazamientos
- Búsqueda alrededor para encontrar información relevante.
- Falta de comprender la información que se le presenta
- Hacer clic o tocar (sin cometer errores)
- Teclear o mecanografiar todos los textos.
- Tiempos de carga y espera.
- Interrupciones de atención y foco.
- Carga cognitiva.
Ejemplo de análisis de costo de interacción
Como ejemplo para analizar los costes de interacción UX de una interfaz digital tomaremos la aplicación del Traductor de Google, en la situación de que un usuario se dispone a traducir el término «Experiencia Laboral».
Obviaremos el coste que implica encontrar la aplicación en el teléfono y comenzaremos el análisis inmediatamente después de iniciar la aplicación.
Lo primero que nos aparece es una imagen del logo de la aplicación que desaparece tras un segundo.
En este punto, el costo de la interacción consiste en esperar unos segundos a que desaparezca la pantalla de inicio y deje lugar a la primera pantalla procesable de la aplicación:
Una vez dentro de la interfaz nos encontramos con el primer coste de interacción que consiste en ubicar que debemos realizar. En este caso está bien pensado ya que nos aparece el texto “Escribe algo” en el que se debe intuir que es un campo donde colocar nuestra consulta.
Una vez el usuario localiza y realiza la acción de tocar encima de la ubicación de Escribe algo la interfaz cambia para que pueda realizar diversas acciones.
En esa siguiente interfaz se muestra el teclado y aparecen opciones como un botón de Pegar para reducir la interacción de mantener pulsado y seleccionar “pegar” facilitando al usuario la interacción de colocar una palabra que trajese en el portapapeles.
Una vez el campo de texto se activa se ofrecen diferentes recomendaciones de palabras relacionadas con las letras introducidas. Además muestra una opción alternativa de idioma alternativo de origen.
También encontramos una X con la que poder eliminar todo el texto introducido sin tener que realizar varias interacciones pulsando la tecla de borrar para quitar una a una cada letra de la palabra o de seleccionar.
Cuando hay varias formas de alcanzar el mismo objetivo con beneficios similares, los usuarios suelen elegir acciones que minimicen el coste de interacción estimado.
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Es probable que el usuario haya interactuado con las palabras recondenadas seleccionando la palabra que quería traducir.
Una vez se ha realizado la interacción de seleccionar la palabra o accionado la tecla siguiente del teclado, la interfaz cambia mostrando el campo de la palabra origen encima y la traducción debajo, ofreciendo opciones de interacción alrededor en tan solo un clik como:
- Ver el historial de palabras traducidas (reloj superior)
- Guardar la palabra como favorita (la estrella superior)
- Más opciones (tres puntos)
- Copiar
- Escuchar la palabra y su traducción.
- Crear una nueva traducción (botón inferior)
Por qué preocuparse por el coste de interacción
El costo de interacción es una medida directa de la usabilidad, aplicar las reglas heurísticas de usabilidad permitirán minimizar el coste de interacción para el usuario ofreciendo una mejor experiencia dentro de una interfaz.
El coste de interacción siempre variará dependiendo del usuario que interactúa, ya que si un usuario es nativo digital comprenderá y navegará de una manera más ágil y fluida en una interfaz digital y un usuario que tenga limitaciones motrices, visuales o sea disléxica las interacciones que realice serán distintas, aumentando los pasos necesarios para realizar una misma tarea.
Un aspecto importante es balancear el coste de interacción con la sensación de control, reducir en exceso las interacciones disponibles puede transmitir a los usuarios una falta de control sobre el sistema.
Ofrecer al usuario diferentes opciones con las que interactuar le puede transmitir un mayor control sobre el sistema, pero a su vez aumenta la carga cognitiva y los costos de interacción para leer y analizar datos, lo que le puede dificultar tomar una decisión y frustrarse.
Óscar López Poveda
Diseñador UX/UI y de producto digital.
Soy Óscar López y vivo diseñando y creando ideas, me encanta descubrir, aprender y compartir todo lo que aprendo sobre entornos, productos digitales y UX. Me apasiona el diseño y siempre estoy abierto a apuntarme a un «bombardeo» de poryectos y descubrir personas que les apasione el mundo digital.
